Buscar este blog

FATUM E HISTORIA (Fragmento) por Friedrich Nietzsche



"Yo he intentado negarlo todo: ¡pero destruir es muy fácil, más cuán difícil es construir! E incluso destruirse a sí mismo parece más fácil de lo que es; estamos tan determinados por las impresiones de nuestra niñez, por la influencia de nuestros padres, por nuestra educación, y lo estamos hasta un nivel tan profundo de nuestro ser interior, que dichos prejuicios, profundamente arraigados, no son tan fáciles de remover por argumentos racionales o por la mera voluntad. La fuerza de la costumbre, la necesidad de algo superior, la ruptura con todo lo establecido, la aniquilación de todas las formas de la sociedad, la duda acerca de si, durante dos milenios, la humanidad no se habrá dejado cautivar por una falsa imagen, el sentimiento de la propia temeridad y de la propia audacia: todo esto mantiene una lucha aún no resuelta hasta que, al final, una serie de experiencias dolorosas, de acontecimientos tristes en nuestro corazón, otra vez nos llevan a nuestra antigua fe de la infancia. Sin embargo, la impresión que produce observar la incidencia de estas dudas sobre nuestro ánimo debe ser, para cada uno, un hito importante de su propia historia cultural. No puede pensarse otra cosa sino que algo tiene que permanecer firme, un resultado de toda aquella especulación que no siempre es un saber, sino que también puede ser una creencia, una fe; sí, algo que incluso un sentimiento moral puede reanimar a veces o dejar en suspenso."



Texto completo disponible en:

DE PIE por Emile Ciorán




Incapaz de levantarme, atado al lecho, me dejo llevar por los caprichos de la memoria, y me veo vagabundeando, niño, en los Cárpatos. Un día me encontré con un perro cuyo dueño, sin duda para deshacerse de él, lo había amarrado a un árbol. Estaba transparente de delgadez y tan vacío de vida que apenas si tuvo fuerzas para mirarme sin moverse. Sin embargo, estaba de pie, él...



Tomado de "El inconveniente de haber nacido"
Texto completo en pdf: http://www.concepto.net/LibroBak1.pdf

RUMORES por Karl Kraus


Conocí a un hombre que se veía como el rumor. El rumor es gris y su paso es juvenil; el rumor corre y no obstante le toma veinte años llegar de una habitación a la otra, pero ahí coloca sobre la mesa, como si fueran novedades, cosas que ni siquiera entonces sucedieron. El rumor apelmaza una ejecución que fue revocada con un parto prematuro que no tuvo lugar, siembra un tono de voz ajeno en un estercolero que fue invento suyo, oyó con sus propios ojos lo que nadie vio, y vio con oídos ajenos lo que nadie oyó. El rumor tiene una voz profunda y un semblante alto. Tiene fantasía sin personalidad. Si está en calma, se ve como si el problema del surgimiento de la Septuaginta ya hubiese sido resuelto. Si está en movimiento, entonces debemos contar con una nueva versión del infanticidio de Belén. El rumor es el hermanastro mayor de la ciencia y un concuñado de la información. De los vedas a los libros de cocina, nada que no esté confirmado le es ajeno. El rumor, que sólo ama a escritores muertos, puede aplicarse también al autor contemporáneo desde el momento en que se le pueda adquirir como libro usado, ya que entonces puede confundir una primera edición con una segunda. El rumor tiene el sentido del humor que surge a partir de la distancia con los hechos. Desilusiona a quien cree en rumores, y le gusta burlarse de quien no cree en rumores. Dice algo. Si difama, no se le lleva a juicio. No le sirve al testigo, no le sirve al acusado. Se niega a sí mismo. Sabe de todo, dice aún más, pero no es confiable.


Traducido por Gonzalo Vélez