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[1518] por Emily Dickinson


No viendo, aún sabemos
no sabiendo, adivinamos
no adivinando, sonreír y ocultar
y apenas acariciar


y temblar
sustraerse,
seráfico miedo
es el innuendo del Edén
"Si te atreves?"








Tomado de: Poemas. Tusquets Editores.

A LA MESA por Antonin Artaud


Abandonen las cavernas del ser. Vengan. El espíritu sopla fuera del espíritu. Es tiempo de abandonar sus moradas. Cedan al Omnipensamiento. Lo Maravilloso está en la raíz del espíritu.

Somos de la parte de adentro del espíritu, del interior de la cabeza. Ideas, lógica, orden, verdad (con una V mayúscula), Razón, todo lo damos a la nada de la muerte. Cuidado con sus lógicas, señores, cuidado con sus lógicas, no saben hasta dónde puede llevarnos nuestro odio por la lógica.

Sólo a través de un desvío de la vida, a través de una definición impuesta del espíritu puede fijarse la vida en su fisonomía llamada real, pero la realidad no está por debajo. Por eso a nosotros, que apuntamos a cierta eternidad surreal, a nosotros, que desde hace mucho tiempo dejamos de considerarnos en el presente, y que somos para nosotros mismos como nuestras sombras reales, no tienen que venir a fastidiarnos en espíritu.

Quien nos juzga no nació para el espíritu, para ese espíritu que queremos expresar y que para nosotros está fuera de lo que ustedes llaman espíritu. No tienen que llamar la atención sobre las cadenas que nos atan a la petrificante imbecilidad del espíritu. Echamos mano a una nueva bestia. Los cielos responden a nuestra actitud de insensato desatino. Ese hábito que tienen ustedes de volver la espalda a las cuestiones no impedirá que llegado el día se abran los cielos, y una nueva lengua se instale en medio de sus imbéciles negociaciones, queremos decir imbéciles negociaciones de su pensamiento.

En el Pensamiento hay signos. Nuestra actitud de desatino y de muerte es la de la mejor receptividad. A través de las hendiduras de una realidad en adelante no viable, habla un mundo voluntariamente sibilino.


*     *     *

Sí, éste es ahora el único uso para el que en adelante pueda servir el lenguaje, un medio de la locura, de eliminación del pensamiento, de ruptura, el laberinto de las sinrazones, y no un DICCIONARIO donde esos pedantes de los alrededores del Sena canalizan sus empequeñecimientos espirituales. 




Tomado de El arte y la muerte y otros escritos. Caja negra editora. 2005
Este texto apareció en La Révolution Surrealité, el 3 de abril de 1925.