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INSCRITO EN LA ENTRADA A UN LIBRO QUINTO de Nietzsche


¿Tiemblas, esqueleto?
Más temblarías si supieses a dónde te llevo.

Turena

De la Gaya Ciencia.

EL RUIDO DEL CUBO DE BASURA, "grito de fraternidad" por Marguerite Duras


Cuando lo oigo, lo siento como algo esencialmente cotidiano. Tiene lugar cada mañana, cada mañana de cada día, no lo oigo más que raras veces y cuando así sucede siento que no lo oigo todos los días pero que todos los días tiene lugar, lo oigo como si así fuese, cotidiano. En la tempestad abstracta del ruido de una locomotora que pasa junto a ti (el único que te anula, que te vacía, eres un piojo bajo ese ruido), todas las locomotoras pasan y sientes que existen miles en el mundo, que existen y que no las oyes, y te sitúas, en un fulgurante relámpago de conciencia, en el mundo de las locomotoras del mundo, en tu mundo lleno de locomotoras que, en todas las direcciones, aúllan y pasan a toda velocidad, acarreando cajones de contemporáneos tuyos que viajan. Igualmente el cubo de basura, estas vez en el tiempo, me hace sentir el mundo de los cubos de basura de mi  mundo, de estos cubos de basurallenos de esos desperdicios, latas de conserva vacías, de contemporáneos míos que comen, comen, mastican y vuelven a masticar para perdurar, para conservarse con vida, que digieren, asimilan, vuelven a digerir, se mantienen, en un esfuerzo de perseverancia inaudito, y con tal amplitud y tal regularidad que es mayor prueba por sí solo de la voluntad de perdurar de los hombres de las catedrales más famosas, sin embargo citadas como ejemplo, pero que no son más que récords de perseverancias acumuladas y que sorprenden por su carácter gratuito, que no sorprenden más que a quienes  no oyen el enorme rumor de triturar y rumiar, repetido cada día, de los hombres. este rumor, este rumor, repetido a modo de eco por los cubos de basura, es el ruido más perfecto que existe para situarte en tu contemporaneidad, en tu historicidad, es el grito de la fraternidad, pues todos comen y tú, que te niegas a parecerte en cosa alguna a tu enemigo, haces lo mismo que él, perduras. De este gran esfuerzo, en este subsuelo, nacen otros esfuerzos.

Tomado de los Cuadernos de la guerra
Ediciones Siruela.

HAIKU (2) por Rafael Roldán Auzqui


En el abrazo,
tu hilo, yo aguja;
cosemos luz.
Aporte de Rafael Roldán A. poeta Argentino.