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CUERVO OYE EL DESTINO LLAMAR A LA PUERTA por Hughes




Cuervo oye el destino llamar a la puerta
Cuervo miró el mundo, montañosamente amontonado,
miró los cielos, ensuciándose
más allá de cada horizonte
miró frente a sus pies hacia el riachuelo
traqueteante como un motor auxiliar abrochado
a este motor infinito.

Imaginó la ingeniería entera
de su soldadura, reparaciones y conservación
y se sintió impotente.

Arrancó algunas cabezas de cebada y miró en ellas
esperando las primeras instrucciones.
Estudió una piedra de la corriente.
Encontró un topo muerto y lentamente lo descuartizó
y miró fijamente los trocitos, sintiéndose impotente.

Anduvo, anduvo
dejando que los traslúcidos espacios estrellados
soplaran en su oído despistadamente.

Mas la profecía dentro de él, como una mueca,decía
YO LO MEDIRÉ TODO Y LO POSEERÉ TODO
Y ESTARÉ EN SU INTERIOR
Y DENTRO DE MI PROPIA RISA
Y NO MIRANDO FIJAMENTE HACIA FUERA
A TRAVÉS DE LAS PAREDES
DE LA FRÍA CUARENTENA DE MIS OJOS
DESDE UNA ENTERRADA CELDA DE OSCURIDAD SANGRIENTA

Esta profecía estaba en su interior, como un manantial de acero
desgarrando lentamente sus fibras esenciales.
Ted Hughes en Cuervo