1. Si cada cien años, es decir, cada rotación completa del planeta tierra sobre su órbita cien veces concluida, fuera una página del libro con el que Dios documenta la historia de las cosas. Tal vez la humanidad no fuera más que una cita a pie de página, que no se repite mucho. Miles de años ha tomado formar este planeta, ciento de páginas en la que la tierra sea protagonista.
Pensar el Universo con nosotros solos con vida nos atemoriza. Nos atemoriza no encontrar respuesta. Enviamos ondas al espacio, hacemos ruido en la inmensidad del espacio, tal vez logremos despertar al dragón dormido. Tanto nos ha costado la cristiandad y el Dios que no trae héroes. Hemos olvidado lo débiles que podemos ser, no recordamos lo poco que somos. Dios nos infunde con su animo el olvido de ser un grano de arena en una playa revuelta por pasos de gigante. Un pie de página será la humanidad entonces, la respuesta que del espacio viene es silencio.
Sólo el movimiento de los planetas que como respuesta llamamos silencio -estática- y buscamos en nosotros y encontramos a Dios. En nuestro propio silencio en la estática humana, en nuestra resonancia, que debe ser similar al universo: lo infinitamente diverso; este concepto encierra aquello que desconocemos, aunque podemos enumerar y nombrar cuantas conocemos. ¿Quién conoce todo lo que hay sobre la tierra? Nadie, mucha información, pero poca sabiduría.
2. También soy hijo de mis amigos.
3. Los profesores fueron mis padres que tuvieron tantos hijos, que tal vez no me recuerden.
Recuerdo a Adriana la profe de literatura de la primaria. En ese tiempo yo era muy miedoso.
4. En el límite mismo del pensamiento y la vida se halla la política. En efecto no hay ninguna política que tenga como principio racionalidad alguna. En la política la racionalidad y la pura emotividad se confunden intrínsecamente; no hay via analítica por la cual se pueda separar las dos cosas en el hecho concreto. Siendo este la necesidad de una estructura de mando que de facto ejecute decisiones.
La división del poder monárquico en tres ramas fue la visualización ilustrada de la trinidad encarnada en el Estado. Igual que los asesinos de dragones antes del cristianismo eran reyes. los héroes en la nueva forma de división de poder no existen porque la corrupción de toda política es evidente y mucho más cruenta si se considera que los bienes pertenecen a todos y unos pocos se adueñan de ellos. El héroe sólo puede ser el que administra, la cabeza, la voluntad divina, el asesino de dragones, el que desvirtúa las quimeras. Claro está creando otras más grandes. Por ejemplo aquella que enuncia que él mató al dragón, sabiendo que tal no existe.
5. Kant encuentra en la figura del sacerdote el primer planificador de la historia humana. No encuentro diferencia con ningún presidente elegido democráticamente.
6. En la política hay por lo menos dos mentiras como fundamento:
1ª Que hay unas reglas de juego justas para todos los participantes.
2ª Que en las decisiones participamos todos.
Pensar el Universo con nosotros solos con vida nos atemoriza. Nos atemoriza no encontrar respuesta. Enviamos ondas al espacio, hacemos ruido en la inmensidad del espacio, tal vez logremos despertar al dragón dormido. Tanto nos ha costado la cristiandad y el Dios que no trae héroes. Hemos olvidado lo débiles que podemos ser, no recordamos lo poco que somos. Dios nos infunde con su animo el olvido de ser un grano de arena en una playa revuelta por pasos de gigante. Un pie de página será la humanidad entonces, la respuesta que del espacio viene es silencio.
Sólo el movimiento de los planetas que como respuesta llamamos silencio -estática- y buscamos en nosotros y encontramos a Dios. En nuestro propio silencio en la estática humana, en nuestra resonancia, que debe ser similar al universo: lo infinitamente diverso; este concepto encierra aquello que desconocemos, aunque podemos enumerar y nombrar cuantas conocemos. ¿Quién conoce todo lo que hay sobre la tierra? Nadie, mucha información, pero poca sabiduría.
2. También soy hijo de mis amigos.
3. Los profesores fueron mis padres que tuvieron tantos hijos, que tal vez no me recuerden.
Recuerdo a Adriana la profe de literatura de la primaria. En ese tiempo yo era muy miedoso.
4. En el límite mismo del pensamiento y la vida se halla la política. En efecto no hay ninguna política que tenga como principio racionalidad alguna. En la política la racionalidad y la pura emotividad se confunden intrínsecamente; no hay via analítica por la cual se pueda separar las dos cosas en el hecho concreto. Siendo este la necesidad de una estructura de mando que de facto ejecute decisiones.
La división del poder monárquico en tres ramas fue la visualización ilustrada de la trinidad encarnada en el Estado. Igual que los asesinos de dragones antes del cristianismo eran reyes. los héroes en la nueva forma de división de poder no existen porque la corrupción de toda política es evidente y mucho más cruenta si se considera que los bienes pertenecen a todos y unos pocos se adueñan de ellos. El héroe sólo puede ser el que administra, la cabeza, la voluntad divina, el asesino de dragones, el que desvirtúa las quimeras. Claro está creando otras más grandes. Por ejemplo aquella que enuncia que él mató al dragón, sabiendo que tal no existe.
5. Kant encuentra en la figura del sacerdote el primer planificador de la historia humana. No encuentro diferencia con ningún presidente elegido democráticamente.
6. En la política hay por lo menos dos mentiras como fundamento:
1ª Que hay unas reglas de juego justas para todos los participantes.
2ª Que en las decisiones participamos todos.